El mejor panqueque de dulce de leche de la historia antigourmetera. ¡Ay, el olor! No, no, no, no, no… dan ganas de aprender a tener sexo tántrico con panqueques, para que dure 74 horas arriba de la mesa sin tocarlo. De otro planeta.
La genial Cantina de Arnoldo cerró sus puertas, pero sus mozos lograron reinventarse y ahora llenan de olor a fritanga el barrio de Palermo. Si te considerás un anti-gourmet, comer acá es como ir al spa.