El demente de Matías volvió con 5 kilos arriba de sus vacaciones patagónicas. Y como no podía ser de otra manera, se fue a conocer uno de los lugares que más nos recomendaron del sur de nuestro querido país: La Fonda del Tio en Bariloche.
Desde que arrancamos con el Anti, todos los meses nos llegaba algún mail que comenzaba con: «Tienen que venir a La Fonda del Tío…» y luego seguía con una frase de este tipo:
– … y se piden una suprema a la Suiza. Cuando llega la fuente a la mesa sentís que se alinean todos los planetas.
– … y después de comer el estofado se pueden ir a nadar por el Nahuel Huapi en pelotas porque quedan aislados térmicamente.
– … y van a comprobar que el Centro Atómico Bariloche funciona quemando una milanga napolitana por día.
¡Y así fue nomás!
Es un espectáculo el lugar.
Porciones enormes, carta simple (hay más hojas de bebidas que de comidas), ambiente familiar, atendido por sus dueños, mozos muy prácticos (armaron una mesa para 11 en minutos) y un montón de ajo en las papas a la provenzal. Como debe ser.
Ahhhh… y pagamos $180 con propina incluida. Más $5 el envoltorio de lo que sobró. Esto nunca lo habíamos escuchado.
Lo tenemos a Matías atado a la pata del escritorio para ver si larga la primer reseña del año con La Fonda. Así que en breve… más datos para que si andás por allá, te puedas dar una vueltita.
Mientras tanto… a babear duro y parejo con algunas fotos.
Emocionan che.
Salud!
PD: Gracias a Barassi, La Marri, Juli the Hipo, Pau, Lucas, H, Bruno, Bargallo, Giuli y Marito por hacer el viaje y testear en equipo todos los platos.