Hay un famoso dicho que nos propone realizar tres actos durante nuestra vida: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. El tipo evidentemente nunca comió en Mamma Silvia.
La genial Cantina de Arnoldo cerró sus puertas, pero sus mozos lograron reinventarse y ahora llenan de olor a fritanga el barrio de Palermo. Si te considerás un anti-gourmet, comer acá es como ir al spa.