Fragata Sarmiento 1951, La Paternal

Así es como tomamos la recomendación que nos hizo Juanito Ferrara de Cocineros Argentinos y, post entrenamiento, nos fuimos hasta La Paternal, al Club que lleva el nombre del barrio.

Típico club de barrio, con una impecable cancha de pelota paleta techada (para delicia de Facu), para llegar al Club Paternal tenés que atravesar la canchita de baby (léase literal) fútbol. Si el partido viene medio ajustado, te recomendamos que aguantes hasta el entretiempo, no sea cosa que te lleves algún murrazo de regalo.

Traspasás las puertas y está Matías, que hace un año agarró la concesión y le está metiendo toda la garra para que la cosa camine.

Si bien Club Paternal tiene una carta con platos muy piolas, coincidió que había un par de cumpleaños de ex combatientes de Malvinas de la Paternal, quienes le habían pedido a Mati que les haga una parrillada (asado libre $150/porción $120 -menú de esa noche). Obviamente, el Anti se plegó al festejo, pero no descuidó su ardua tarea de probar todo lo que se pueda y marchó otra cosita. Como pa’ ver cómo e’.

CRUDO, QUESO Y ACEITUNAS:

Picada Club Paternal

Cayó como quien no quiere la cosa, con suficiente cantidad como para que empecemos a entrar en calor. Buena calidad del fiambre, dijo el Dr. Pait mientras nos hacía mirar para otro lado y le entraba a la última feta.

EMPANADITAS DE JAMÓN Y QUESO:

Empanadas de jamón y queso club paternal

Otra atención de la gente de la casa. Éramos 4, trajeron 6, 1 y 1/2, según los cálculos del equipo. Aprobadas.

PARRILLADA:

Chori, morci, chinchu, algún morrón como primera vuelta. Muy bueno el matrimonio, a los chinchu les faltó un poco de calor. Igual los comimos, no sea cosa que sobre. Después vino otra tanda con tira de asado, vacío y pechito de cerdo. Para Román lo mejor fue el vacío, para JP la tira y para el Dr. Pait, el pechito. O todo estaba bueno o somos un grupo de esquizofrénicos.

Parrillada del Club Paternal


Chori, morci, chinchu, algún morrón como primera vuelta. Muy bueno el matrimonio, a los chinchu les faltó un poco de calor. Igual los comimos, no sea cosa que sobre. Después vino otra tanda con tira de asado, vacío y pechito de cerdo. Para Román lo mejor fue el vacío, para JP la tira y para el Dr. Pait, el pechito. O todo estaba bueno o somos un grupo de esquizofrénicos.

BONDIOLA AL VERDEO CON PAPAS ESPAÑOLAS:

Bondiola con papas españolas en el Club Paternal

Por lejos, el mejor plato, por sólo $110. Viene con una salsita muy ponchable, unas buenas papas españolas y un pedazo de bondiola que seguramente había sido cocido por varias horas. Se deshacía. Impecable.

salsita muy ponchable, unas buenas papas españolas y un pedazo de bondiola que seguramente había sido cocido por varias horas. Se deshacía. Impecable.

Nos quedaron afuera varias cositas que nos tentaron, como una tortilla a la Calabresa y unas pechugas de pollo rellenas de morrón y queso. Habremos de volver al Club Paternal para testearlas.

BUDÍN DE PAN MIXTO:

Budín de pan mixto Club Paternal


No nos podíamos ir sin probar el postre de pizarrón. Menos mal que seguimos nuestros instintos. Una preciosura en cuanto a sabor, consistencia y cantidad. Híper casero, aplaudido por el grupo.

FLAN MIXTO:
Otro punto muy alto del lugar. También casero, también buenísimo.

Párrafo aparte merece lo que se vivió con los ex combatientes que estaban festejando unos cumpleaños. Uno de ellos instaló un órgano y arrancó a tocar. Primero el «cumpleaños feliz» (o el «payaso plin plin», no nos quedó claro), Adiós Nonino y el Himno Nacional. Emocionante ver a ese grupo de héroes unidos entonando las estrofas. No queremos dar nombres, pero a algún miembro del Anti se le piantó un lagrimón.

El Club Paternal tiene ese clásico ambiente de club, con los socios y la gente de los alrededores que lo usa como lugar de encuentro. Recomendamos atenerse a la carta que tiene unos platos muy tentadores y dejarse llevar por el espíritu del barrio.

Salúd!