UN FARO PAELLERO
De las mejores paellas que supimos comer en 7 años de recorrida bodegonera.
El Faro de Vigo llegó a nuestra vida de pura casualidad (aunque todos sabemos que tal cosa no existe).
Habíamos ido a Cantina Pantaleón y estaba cerrado. Así que llamamos al Faro (queda a 2 cuadras) y nos atendió Charo.
Al ratito, ya estábamos comiendo una tortilla babé con cantimpalo, unos calamaretis a la leonesa y unos mejillones a la provenzal.
UN DÍA NORMAL, SE VUELVE MEMORABLE
Este imperdible buffet funciona dentro de la centenaria Asoc. Mutual Residentes de Vigo. Y todo, queda en familia.
Charo y su esposo atienden.
Manolo, su galleguísimo padre, con sus 87 pirulos, es el garante de la calidad de los platos.
José, primo y tachero, te lleva los pedidos calentitos a tu casa.
En un ejemplo de simbiosis positiva bodegonera donde dos organismos (taxi y paella) funcionan a la perfección.
Oscar y Cristian en la cocina, haciendo algo muy difícil de lograr e igualmente difícil de superar.
LA PAELLA Y LOS ARROCES.
Vos regalale 40 minutos de tu vida a estos tipos… y después me contás.
No voy a decir más nada. Vaya y pruebe esa paella.
El Faro de Vigo es el diario más conocido de Galicia, pero el Faro que queda en Almagro ilumina con la misma intensidad.
Gracias familia de @elfarodevigo por una noche que vamos a recordar toda la vida.
Y si ven al Dr. Pait, por favor, avisenle que lo estamos esperando con una natilla.
Nos vemos en la próxima reseña, porque para nosotros… TODO EL AÑO ES BODEGÓN.
Salud!