NECESITAMOS LAVAR ROPA

Vicky le dijo a Facu que busque un lavadero porque había un montón de ropa sucia acumulada. El tipo bajó hasta la recepción del hostel y le preguntó al encargado…

¿Dónde hay un Laverap?

En fin, no hace falta aclarar que volvió a la habitación sin ningún tipo de información útil y seguimos acumulando mugre.

EL PIBE CABLE

Nico de La Chispa nos sorprendió a todos con su colección de cables.

Le pedís un cargador miniUSB y el tipo lo tiene. Le pedís un cable HDMI y el tipo lo tiene. Le pedís 3 metros de coaxil y el tipo lo tiene. Le pedís 540 metros de fibra óptica para conectar el baño con la camioneta y el tipo lo tiene (y te alcanza los precintos para que los vayas uniendo).

Con gentessss así, da gusto viajar.

YO ROBOT

En Casa Estrella tenían un patio maravilloso y descubrimos que un robot cortaba el pasto. Matías, para no perder la costumbre y entrevistar a toda la gente del lugar, se sentó y cada vez que pasaba el robot le hacía una pregunta para la entrevista.

Después de varios intentos, podemos afirmar que el robot cortador de pasto no quiso dar ningún tipo de declaración.

EL PULPO ES PERFECTO

Hace 1 día que estamos meta pulpo y seguramente le sigamos dando duro, pero descubrimos que tiene un montón de propiedades de todo tipo.

Es afrodisíaco, es proveedor de un montón de vitaminas, es antimenopausia, es alargador peneano, es generador del colesterol bueno, es amigo de los niños y además es riquísmo.

Parece ser que estamos frente a uno de los platos más antigourmeteros que hay en España. Ampliaremos con nuevas capacidades pulperas.

ATENTA LA R.A.E.

Mati sigue usando mal las palabras que se le van pegando, y para colmo ahora las mezcla con mexicaneadas. Vaya uno a saber porqué.

Esta vez se expresó con cosas como…

Me vale madre, joder, cacahuates, ¿dónde está el alicate?

¿Alguien tiene al bebé? Gilipollas, chucrut, me cago en la hostia.

¡Eh! Román! Alcanzadme la lapicera y dadle la birrilla a Facu.

Preocupa la situación, pero los doctores afirman que cuando vuelva a Argentina se calma. A esperar nomás.

UN VIAJE AL PASADO EN CURDA

Después de una noche llena de cañas y tapas, las mañanas cuestan un poco más de lo normal.

El cerebro se despierta medio enclenque, medio perdido, medio en pedo.

Pero, es un desafío mucho más grande para el bocho cuando uno abre la puerta, sale a la calle y se encuentra con una…

FERIA MEDIEVAL

Bufones, reyes, monjes, brujas, gaiteros, lanceros, camellos, burros y un millón de puestos con artesanos, productores y comerciantes.

¡La Feria es puro color! Y a nosotros, que nos cuesta un poco activar el estómago, empezamos a mirar la oferta gastronómica.

Quesos sudaos de leche cruda, aceitunas enormes rellenas de bonito, pinchos de todo lo que se te ocurra, bocadillos de rabas, sanguches de butifarra y pulpo a feria.

Miles de personas pasando un día hermoso y soleado. Nos daban ganas de quedarnos, pero ya teníamos nuestro próximo destino para almorzar.

CASA ESTRELLA

En el centro de León, una moza nos recomendó que vayamos a comer a este lugar en las afueras de la ciudad. Y fuimos.

Sensaciones encontradas. Está totalmente modernizado. Pero la comida es bien casera y el precio está entre los más baratos que pagamos por un menú.

El lugar era atendido por las tres generaciones de la familia.

Estrella, la fundadora, todavía cocina junto a su hija Ceci. Y a los 3 salones (más el patio que es enorme) los atienden sus hijos: Javier, Vicente y José.

Son personas muy sencillas y de poco diálogo, aunque cada vecino que entraba parecía ser amigo de la casa.

Nosotros nos fuimos al patio y pedimos…

Pisto, que es un revuelto de verduras con huevo que nos gustó mucho y termiamos pidiendo otro.

Y además Mollejas al ajillo, Mollejas guisadas y Arroz Casa Estrella (con pedacitos de cerdo).

De postres nos clavamos una Tarta de café, otra Tarta con tres chocolates, Tocinillo (que es como un flan pero muy muy muy dulce) y dos Natillas.

Nos despedimos de Casa Estrella y agarramos la ruta de nuevo, rumbeando para Santiago de Compostela.

MARUJA BOTAS, UN MILAGRO

Para hacerla simple y rápido, vamos a decir que Maruja es todo lo Antigourmet que vinimos a buscar.

Entramos a su pueblito de casualidad (gracias a que Román propuso desviarnos del camino) y nos quedamos enamorados de su arte, del amor por su trabajo, de la simpleza para explicar lo que la motiva, en definitiva… de su vida.

Ella estaba sentada en un banco de piedra en la puerta de su casa, arriba de un almohadoncito, y nos preguntó qué andábamos haciendo. Así arrancamos a charlar.

Y terminamos dentro de su casa, conociendo su cocina, su sala, su comedor y volviéndonos locos con los cientos de cuadros que tiene donde la gente le agradece por su atención y su comida (incluyendo al Rey, príncipes, periodistas y una infinidad de comensales más).

Vive en Castrillos de Polvaresa y es conocida en todo España por su Cocido Maragato; comida que ella afirma ser su creadora.

Al principio no le creímos, pero después de ver su casa, sus cuadros y googlearla un poco, nos dimos cuenta que estábamos con una cocinera famosísima. Claro, es famosa, pero es lo más alejada del cocinero egocentrista que conocemos.

Se maneja por grupos. La llaman con meses de anticipación y, si ella anda con ganas, les dice que sí. Tarda 2 días en cocinar su especialidad, le agrega un primero, un postre y café de puchero. Todo eso: 21 euros por persona. Nada.

No necesito la plata. Soy soltera. Estoy enamorada de mi trabajo. Estoy sola, pero me he casado varias veces de mentirijillas. – nos cuenta y se sonríe. Pícara Maruja.

A medida que se daba la charla, se sumaron Ceferino (su sobrino, que cuando hay servicio es el mozo del lugar), su papá que también se llama Ceferino (y nos recomendó una lista interminable de lugares para comer) y Milagros (una vecina que también hace el famoso cocido en su casa/restaurante).

Todos sentados en un banquito de piedra, rodeado por un pueblo color polvo de ladrillo, viendo el comienzo del atardecer, en una calle real por donde pasa un auto cada 3 horas.

Maruja nos regaló un baldazo de simpleza.

Ojalá algún día podamos volver y probar su Cocido Maragato, pero mientras tanto está bueno contarlo para que si un día algún Antigourmet anda por acá, también se desvíe del camino, visite a Maruja y le mande un besote de nuestra parte.

Todos arriba de la camioneta y a seguir el viaje con energías renovadísimas y próximos a Santiago de Compostela, donde ya teníamos el lugar para cenar.

PULPERÍA OS CONCHEIROS, Sgo. de Compostela

Apenas entrás, una fila de toneles divide las aguas. Por un lado los baños y la información nutricional del pulpo, al final está la barra y del otro lado el salón que solamente tiene dos radiadores para matar bichitos.

Pulpo. Pulpo. Pulpo. Pulpo. Pulpo.

Así fue como pedimos las 5 raciones del mejor pulpo a la gallega que probamos hasta el momento. Un poquito de aceite, paprika y la lona.

También le pedimos a David, el encargado/mozo, que nos traiga los otros 5 platos que componen la extensísima carta de este bolichón:

Jamón asado con comino, Zorza (que es carne marinada con paprika), Patatas fritas, Oreja de cerdo y Pimientos de Padrón, que para este momento son como un tripulante más de la camioneta.

Todo acompañado con vino de la casa que se toma en Cuncas, una especie de compotera con base. Está bueno brindar efusivamente porque no hay chances de que no te manches.

La velocidad con que traen los platos es impresionante. En menos de 3 minutos tenés el pulpo en la mesa.

Tarta de Santiago de postre, que también nos tiene bastante enamorados. Y le sumamos una Tarta helada, un Flan con nata, un Queso con membrillo (la batata no figura por ningún lado; Matías está preocupadísimo).

Café y Chupitos con orujos.

Para cerrar una noche a todo trapo.

CONCLUSIÓN

Solamente se necesitan amigos y un escarbadiente para ser feliz.

Después de Os Concheiros nos fuimos con la Jumpy al departamento que alquilamos en Compostela.

Facu sacó un gin y seguimos brindando, recordando y alegrándonos por la posibilidad de hacer este viaje todos juntos.

Nos dimos cuenta que no tener el viaje 100% planificado es indispensable para el proyecto Antigourmet. Y nos lleva a buscar el equilibrio entre grandes ciudades y pueblitos perdidos.

Por ahora estamos todos chochos de la vida, así que evidentemente venimos bien.

Gracias Krachitos, Air Europa y TGW por darnos semejante oportunidad.

Mañana, será otro día.

Salud!