RECOMENDACIÓN TAXIMETRERA
Como ya hemos contado en varias oportunidades, el Antigourmet se caracteriza por ser un eximio seguidor de consejos. Alguien nos dice que tenemos que ir a algún lado, y nosotros vamos. Nos tiran la data de que la lasagna de tal bodegón está mil puntos, y la pedimos, aunque antes hayamos destrozado una picada, una tortilla de papas, dos bifes de chorizo, medio lechón y una docena de empanadas. Así nos hemos llevado algún que otro chasco, no lo vamos a negar. Pero no se puede negar que el grupo es, ante todo, voluntarioso.
Y así es como nos llega una vez más la recomendación de esos conocedores de los secretos gastronómicos de la ciudad que son los tacheros. En este caso, con el agregado que fue más de uno el que nos dijo que teníamos que ir a testear un lugar que queda en la esquina de Av. Congreso y Av. Crámer, en Belgrano (o Núñez, difícil saber, depende a quién le preguntes).
Es que parece ser que el lugar en cuestión se caracteriza por atender asiduamente a esa raza de conductores de bólidos de cuerpo oscuro y techo amarillo (cualquier similitud con las preferencias femeninas de Maradona es pura casualidad). Y eso responde sobre todo a que la cocina está abierta hasta las 3 am. Imaginate a un tachero que estuvo todo el día yendo de acá para allá, bancándose a la vieja que le cuenta de la jubilación y los problemas de reuma de su amiga Porota, al tipo que está sin laburo, al que está con laburo pero quiere otro, al que no quiere laburar, a la histérica que habla todo el viaje por el celular con la amiga igualmente histérica, entre otras varias opciones (elegí la que más te guste).
Claro, el tipo termina el día con la cabeza a punto de explotar. Y qué mejor que juntarse con varios compañeros a comerse una buena milanesa con papas fritas a caballo en el bodegón a las 2 de la mañana.
En fin, al toque nos pusimos de acuerdo y arrancamos para 2901.
TRATADO SOBRE LA LITERALIDAD
El diccionario de la Real Academia Española define a la literalidad como aquello que tiene cualidad de literal (se mataron los tipos). Así que seguimos buscando y para literal ofrece 5 acepciones:
- Conforme a la letra del texto, o al sentido exacto y propio, y no lato ni figurado, de las palabras empleadas en él.
- Dicho de una traducción: en que se vierten todas y por su orden, en cuanto es posible, las palabras de su original.
- Que reproduce lo que se ha dicho o se ha escrito.
- En la transcripción de una escritura alfabética a otra lengua, que procede letra por letra.
- Dicho de un concepto o una magnitud: que se expresa con letras.
El Antigourmet ha resuelto hacer su pequeño aporte a la lengua castellana y agregar una nueva definición:
Usólese para comprender la carta de platos en 2901.
No estamos demasiado convencidos de que la gente que se reúne a aprobar palabras inexistentes en algún lugar de España nos tome mucho en cuenta, pero con intentar no se pierde nada. Es una buena acepción, y además, usólese nos parece un agregado necesario.
El tema es así. ¿Dónde queda 2901? En la esquina del cruce de las Avenidas Congreso y Crámer. Pero, ¿cuál es la dirección exacta? Av. Crámer 2901. Ahí tenés, la literalidad arranca por el nombre del lugar.
Hay que aclarar que esto no es una queja ni mucho menos. Es más, siempre hemos valorado la honestidad en los lugares a los que vamos a comer; honestidad que se debe ver reflejada en la atención, el servicio, los mozos y, obviamente, la carta y los platos.
A todos nos ha pasado alguna vez de pedir algo de nombre rimbombante del menú (onda “carne ensobrada en un huevo agitado y astillas de pan” – gracias Julián Barbitta por el aporte) y te traen una vieja, conocida y querida milanga. ¡Si es una milanesa, ponele milanesa viejo! El mundo es demasiado complicado para que encima uno tenga que preocuparse por interpretar una carta de un restaurante cual jeroglífico sumerio.
Por suerte encontramos a 2901, entre tantos otros. Acá, si en la carta dice: pan con manteca, no esperes otra cosa que un cacho de pan y una manteca. Si querés otra cosa, pedila. Porque si no te comunicás bien estás frito, angelito.
EL LUGAR
A no desesperar, que el tratado sigue un poco más adelante. Va más allá de un nombre y el pan con manteca. Cuando sigan leyendo estas líneas no van a poder creer al punto que puede llegar una persona que persigue un concepto tan claro como la literalidad. Pero nos pareció piola contarles un poco respecto del lugar.
Como ya dijimos, es una esquina, amplia, con una montón de mesas (hay cuadradas, redondas, rectangulares, dicen que hasta una triangular, pero no pudimos verla), con una decoración nula, paredes blancas (o alguna vez lo habrán sido) y cortinas, manteles, sillas (tipo salón de conferencias de hotel 4 estrellas) en distintos tonos de rojos.
Dato curioso: vimos una de esas sillitas para niños que tanto abundaban cuando éramos chicos y ahora son más difíciles de encontrar que un oso panda sacándose una selfie. Eso sí, es de caño, no de madera como las tradicionales. Así que probablemente prefieras vacunar al enano contra el tétanos antes de ir. Pero igualmente suma por presencia y nostalgia.
Otra cosa que le llamó la atención fue la aparatología colgada de las paredes. Por lo que además de considerarlo un bodegón, fue considerado por todo el equipo como un museo. Nada que envidiarle al MALBA, a PROA y al MoMA. De hecho, le pusimos nombre.
M.E.A.R.
El Museo de la Evolución de los Artefactos Refrigerantes es un paseo que todos nos debemos. Abre en el mismo horario que el bodegón, claro está. Hay visitas guiadas los 28 y 29 de septiembre de cada año bisiesto (se suspende por ola de calor o viento pampero porque los aires acondicionados no dan a basto).
Podés ver, entre otras cosas, ventiladores de pared (de esos viejos, de tres aspas, que si los ponés al mango te tiran a la mierda cual turbina de Boeing), un aire acondicionado de pared (su funcionalidad está en veremos, dado el estado catatónico del mismo) y una bestia Moby Dick puesta en la arcada del salón (extraída de las mismísimas entrañas de la ballena blanca en cuestión).
ENTRADAS
Ya les avisamos que el tratado literal continuaba, y para eso arrancamos con la descripción de los platos.
Tortilla de cebolla de verdeo: a continuación describimos la conversación con el mozo, tal cual, obvio.
– Jefe, ¿con qué viene la tortilla de verdeo?
– Con cebolla de verdeo…
– Pero ¿viene con papas?
– La de verdeo viene con verdeo. Si querés con papas, pedí papas y verdeo.
Pedimos la de verdeo. ¿Qué tenía? Huevo y cebolla de verdeo. Olvidate de encontrar un cacho de papa. Ojo, la tortilla estaba buena, pero nosotros le hubiésemos agregado, por lo menos, un kilo 200 de papas. Literalidad 1 – Antigourmet 0.
Revuelto Gramajo: siempre hay que tener en cuenta que este es un plato conflictivo. Ríos de tinta han corrido contando su historia, pero nosotros nos quedamos con la que creemos que es la posta, sobre todo porque nos la contó un amigo de la casa como es Alejandro Maglione (pueden desasnarse ustedes también, acá).
Y así como hay varias versiones de su origen, también hay varias recetas. Pero según nos decía el gran Alejandro (no confundir con Alejandro el Grande), el revuelto se hace con papas paille, jamón y huevo. Nada más y nada menos. Por eso el de 2901 no se adapta totalmente a la receta, dado que le meten unas arvejas para compensar.
Eso no quiere decir que no sea un rico plato. Pero, para los extremistas, no es revuelto Gramajo. Es otro revuelto. Más allá de eso, para entrada va como piña. Pídalo que le va a gustar.
Tomate partido al medio con orégano: encontramos esa preciosura en la carta y no dudamos en pedirlo. Fue más curiosidad que otra cosa lo que nos llevó a hacerlo. Varias teorías circularon por la mesa de cómo vendría preparado el plato, hasta que llegó y nos dejó a todos con los ojos grandotes como una palangana.
Era un tomate, partido al medio, con orégano. Y nada más. Ni aceite, ni sal, ni pimienta, ni un carajo. MAGIA! Si alguien puede definir la literalidad mejor que esto… que nos llame. Literalidad 2 – Antigourmet 0.
PRINCIPALES
Antes de contarles lo que comimos, queremos hacer mención especial a un detalle de la carta.
En muchos lugares te dicen que la carne estuvo cocida a 68° durante 18 horas, o braseada cinco horas en olla a presión, o cocida quichicientos días en un horno a leña.
En 2901 te cuentan que hacen un Filet de Merluza al Microondas con Queso Fresco. Posta. Más literal, imposible. Y si sos tachero, seguramente te emociones porque te podés pedir esto y no estar una hora entera sin laburar.
Suprema de pollo rellena de jamón y queso con papas fritas: como era de esperarse, es una suprema de pollo, doblada a la mitad, y en el medio tenía unas fetas de jamón y queso de máquina, todo acompañado con papas fritas. Trae una suprema de buen tamaño y mejor sabor. Suma mucho por originalidad, porque honestamente, ¿a quién se le ocurre doblar a la mitad la suprema y meterle fiambre al diome? Y las papas fritas son de verdad (no esos bastoncitos de vaya a saber uno de qué son). Amigos de 2901, se les olvidó avisar que la suprema viene con limones para agregarles si uno quiere (digo, ya que estamos taaaaaaan exactos…).
Vacío al horno con papas españolas: lejos, el mejor plato de la noche. Dos pedazos enormes de vacío, muy tierno y gustoso, con una parva de cebolla y morrones asados, acompañados por unas papas españolas. Cantidad suficiente para que el equipo quede satisfecho. Vital que los morrones y cebollas eran equivalentes a las papas, así que no te quedás rengo con la guarnición. Y el juguito que queda, una vez que te lastraste todo, es impecable para ponchar el pancito (te lo decimos con conocimiento de causa).
Ravioles de verdura a la boloñesa (o bolognesa, si te va la finura): fuente de metal, vieja, como la de la nonna, decente porción, mucha salsa con carne picada. La podés compartir con tu jermu, pero si vas con los pibes por ahí terminan a las piñas.
POSTRES
Panqueque de banana: ¡Ah! ¡Lo bueno que estaba ese panqueque! Era gigante, tipo pizza individual, relleno de banana cocida y bañada de un caramelo que hacía que se te pegara la mandíbula. De ahí nos fuimos derecho a la guardia odontológica porque Matías tenía problemas para articular. El doctor sacó una espátula metálica y apalancaba la costra de caramelo como si intentara abrir la puerta de un auto chocado. Altamente recomendable.
Flan con crema: fue difícil encontrar el flan dentro de tanta crema. Venía flotando cual náufrago de Gabriel García Márquez en un mar de crema batida.
Mar del plata y dulce: esta vez le metimos un cambio al siempre presente fresco y batata. Y lo cierto es que con el Mar del Plata quedó bueno también. Importante porción. Si te comiste el vacío antes, te va a costar terminarlo.
Tiramisú de la casa: Como de costumbre, cualquier plato al que le ponen “de la casa” es una libre interpretación de la receta original. No es demasiado tiramisú que digamos, pero va bien como postre.
CONCLUSIÓN
2901 es un lugar clásico de Belgrano-Núñez. Super conocido por todos los vecinos de la zona, en un cruce de dos calles muy transitadas, con un salón bien puesto y abierto hasta cualquier hora (no recordamos el dato exacto, pero creemos haber escuchado que la cocina cierra a las 3 am). Frecuentado por tacheros, te da la pauta de que se come rápido y bien. No pidas giladas y apegate a la carta. Porque acá, si pedís lo que está escrito, viene tal cual.
Dato importante: hay gaseosa de litro y medio, línea Coca. Es una de esas cosas que sabemos, interesan a los antigourmeteros.