DE UN SALÓN IDEAL PARA QUINIELEROS, UNA SESIÓN DE EJERCICIOS PRECOMPETITIVOS Y UNAS SEMILLAS CON MUUUCHA PACIENCIA.

Apenas abrís la puerta, a tu derecha te vas a encontrar con una heladera de apoyo moral. Ideal para tener confianza con los mozos y manotear a la pasada alguna chervechita helada.

O’toxo tiene lugar para 50 cubiertos, número que nos gusta mucho porque es el pan en la quiniela. Y el pan, apenas uno se sienta a la mesa, es algo por demás esencial para un antigourmetero. Si estás leyendo esto y sentís un hormigueo en los pieses, te diríamos que metas una escapada hasta la agencia de lotería más cercana, o mandale un mensajito a ese tío cabulero que todos tenemos, con el siguiente texto:

Tío, jugame el 50 y el 450, a la cabeza, en las 2, por $10.

Si sale el 50, te pagás una cena para vos y un par de amigos. Y si sale el 450, te sacás como $6700 y con eso podés invitarnos a los antigourmeteros también. ¡Dale, no seas pijotero che! Prometemos no comer tanto y moderar el consumo etílico.

Hablando del pan… atenti a la panera. Que no te pase como a Matías que se colgó mirando una foto de la pared sudoeste y cuando quiso acordar no quedaba ni una mísera miga partida al diome. Los demás comensales le entraban al quesito untable como para que la lengua, el paladar y la mandíbula se vayan despertando. Además, te recomendamos darle una buena entrada en calor al cogote y a los hombros, porque se te viene una noche agitada y es fundamental evitar un desagarro al meter los clásicos cruces a fuente llena.

Pasemos a las paredes. Que son esas cosas que están a los costados de las habitaciones y evitan que veamos a los vecinos.  En una de ellas, vas a encontrar cuadros con los escudos de algunos municipios de Galicia (Lugo, Pontevedra, Orense y La Coruña). El mapa de la región completo complementa la completitud completamente.

En la otra pared, tenés la zona musical. Una gaita, castañuelas y una pandereta (seguramente tiene otro nombre, pero para nosotros es una pandereta y punto).

Las mesas son de madera pulentosa, y los manteles son de color rojo y mostaza. Cuando hace mucho frío, podés colgar tu campera en algún tornillo (los percheros son durmientes del tren).

Un grupo de amigos que andaban alrededor de los 60 pirulos, empezaron con el brindis. Esa fue la señal para aflojarnos, acomodar los cantos en las sillas, llenar los vasos de vino y comenzar el pispeo incesante de los pizarrones del lugar. Recordemos que en los pizarrones está la posta, siempre.

Endemientras leíamos, aparece un amigo vendiendo películas, chocolates y revistas. Un polirubro el tipo. Román le compró una tableta de chocolate, que a la postre, se hizo el gil y no convidó.

ENTRADAS

El Dr. Pait, gran arquéologo de cartas en bodegones, realizó este nuevo hallazgo y fue ovacionado de pie por toda la mesa. Y es así… el tipo tiene un don (para bien o para mal). Busca, escarba, rasga las hojas y encuentra platos que nadie en la vida pide. Cuando eso ocurre, nos pone los ojos como el gato de Shrek para convencernos de pedirlo, y eso nos produce tanta ternura que siempre terminamos dándole el gustito.

Ahora bien… puede caer un plato genial, épico y memorable, o puede caer una verdadera basofia, aberrante y olvidable. Como cuando pidió el «tomate partido al medio con orégano» en 2901, convencido de que era una genialidad y terminó siendo un «tomate partido al medio con orégano». Y lo pagamos. Casi nos morimos ese día.

No tiene término medio el Dr. Pait, pero vale la pena el intento por la simple emoción del momento. Y así fue como llegó la tortilla a nuestra mesa.

TORTILLA DE MERLUZA: de un diámetro aprobado por las normas ISO antigourmeteras, estaba muy rica de sabor, pero más seca que cañería de pirámide. Claro, nosotros estamos acostumbrados a las tortillas de papa re contra mil babé y esto es otra cosa.

No nos alcanzaban los limones para humedecerla. Y se originó una gran preocupación en la mesa cuando Matías se exprimió un limón en el ojo. Completito eh. Al parecer eran limones antigravitatorios que en lugar de arrojar el líquido sobre el plato, lo arroja tipo geiser con dirección al techo (o puede ser que Matías lo haya apretado al revés, que es una opción 15 veces más probable).

Si tenés ganas de probar una tortilla de merluza, este es el lugar para hacerlo.

TABLA DE MARISCOS: fabulosa entrada para un grupete de amigos o amigas o ambos. Viene con mejillones, langostinos, berberechos, camarones, calamares, rabas y papas con pimentón (con mucho pimentón como nos gusta a los anti). Con este plato se logra entrar definitivamente en sintonía con la onda del lugar. ¡Probadlo amigos, no os arrepentireis!

Facundo optó por realizar un complejísimo cálculo para definir cuántas personas podían comer y/o picar con esta tabla y el modelo matemático concluyó que:

TablaMariscos = L B(C) – frac{ln(/M) + (sigma^2/2) T}{sigmasqrt{T}}

Definiendo:
L como la longitud promedio de un langostino.
B como la cantidad de berberechos por m2.
C como la cantidad de cerveza en cada vaso.
M como las horas de sueño que tuvieron los mejillones previos a ser cocinados.
y por último, T como el tiempo expresado en años que le falta al equipo para hacerse un cinturón gástrico.

El resultado fue que con esta tabla de mariscos comen 3,43 comensales, y pican 6,3 (periódico). Un lujo.

RAMÓN Y UNA LECCIÓN DE ATENCIÓN GASTRONÓMICA

Ya se sabe que a nosotros nos fascinan los lugares con con anécdotas, con recuerdos y plagados de sentimientos verdaderos. Y la mejor forma de que nos transmitan todo esto es a través del boca a boca con los mozos y dueños. Vamos con tiempo, tenemos paciencia, esperamos que el local se vaya quedando sin comensales y si los planetas se alinean… alguien se sienta con nosotros, se sirve un vaso de vino y empieza a contarnos su historia. Y así fue como Ramón, nos regaló un largo rato.

Hoy es miércoles, y son las 23:30 horas. Ramón, el único mozo del lugar, está en O’toxo desde el martes a las 9 am. Tiene a su esposa en reposo por una quebradura y seguramente a las puteadas porque hace 2 días que el tipo está laburando sin parar.

Claro, la doña necesita a su esposo, pero él necesita demostrar en el laburo todo el amor que le tiene a su profesión. El otro mozo de la noche se llama Alberto y hace 2 días que no aparece porque anda mal de la panza.

El tipo se fue a comer comida mexicana y quedó en la lona. No hay que andar comiendo cosas raras. – dice Ramón y se ríe con todos los dientes mientras imagina los idas y vueltas de Alberto al baño.

En cambio él, atiende el salón solito, con una cancha infernal. Es uno de los mozos con más memoria que conocemos (seguramente hizo algún curso ILVEM para lograr semejante capacidad).

Atiende la mesa de los amigos de 60 pirulos. Pasa por al lado nuestro y nos cuenta una anécdota. Reemplaza una soda de otra mesa. Pasa y nos cuenta otra anécdota. Va a la barra y vuelve con 3 platos. Nos muestra lo que pidieron nuestros vecinos, que se ríen cómplices. Los deja y nos cuenta algo más.

Nadie se queja. Con simplemente levantar un dedo Ramón ya te brinda su atención. Nunca se hace el boludo, ni te esquiva la mirada.Te agarra el pedido y al toque sigue despachando.

Cuando la gente comenzó a retirarse, nos llamó la atención que automáticamente empezó a preparar las mesas ¡para el día siguiente! Retira los manteles, nos cuenta algo, pone unos manteles nuevos, despacha tres platos más, nos cuenta algo y pone las copas y platos limpios.

Nosotros… totalmente maravillados y simplemente lo mirábamos trabajar. Calladitos la boca.

PRINCIPALES

Para seguir con el morfi, por supuesto que lo llamamos a nuestro tremendo mozo para que nos recomiende. Y acá Ramón nos volvió a demostrar la pasta de campeón.

Pidan la corvina que sale muy bien.

Le dimos el OK y a los dos minutos volvió para decirnos lo siguiente:

Muchachos, mil disculpas, fui a la cocina y la corvina de hoy es una miniatura. Pidan otra cosa así la disfrutan más. Puede ser la Paella O’toxo por ejemplo.

Vale oro la actitud de este mozo. Porque es exactamente lo que buscamos desde que empezamos con este proyecto: HONESTIDAD. En las cartas, en los nombres de los platos, en los mozos y en los precios. Gracias Ramón. Gracias por tu sinceridad y hacer tu laburo de la mejor forma posible.

Recalculamos y pedimos…

PAELLA O’TOXO: viene con panceta, champignones, espárragos, chorizo colorado, langostinos, camarones, calamares, mejillones, arvejas, morrones, tomates cherry, arroz y HUEVO!

Una maravilla de paella. Sabrosísima, abundante y con ingredientes frescos. Calurienta al máximo. Menos mal que cambiamos la corvina por este despelote culinario. Un platazo para compartir, charlar, reírse, y ser felices. ¡Todo junto!

CALAMARETIS RELLENOS: los trajó Ramón sin preguntar y es una de las especialidades de la casa. El Kraken, como fue bautizado por la mesa, emerge de los confines del plato y si lo mirás de cerca podés ver a Jack Sparrow (o algún otro pirata famoso) dándole batalla al legendario monstruo.

El kraken

El kraken

Son 8 unidades de calamaretis rellenos con camarones. Nosotros nunca los habíamos probado. Una salsa de locos con ajo, pimentón, aceite, morrón, cebolla, perejil, sal y pimienta a reventar. Realmente, la salsa que queda al terminar los calamaretis es una sopa. Agarrá la panera y entrale tranquilo. Si sigue sobrando, pedíte en la cocina una botellita de plástico, porque te la vas a querer llevar y ponerla arriba de la mesa de luz antes de dormir. Mágica.

Es para 2 personas con una buena entrada.

ABADEJO GRATINADO CON CREMA DE PUERRO: después de los otros 2 platos, comer una crema de puerro es como tomarse un helado de tiza. JP fue el que más empeño le puso, mientras los demás nos matábamos por los fragmentos del Kraken.

JP, el eterno gourmet en rehabilitación dijo:

La salsa de puerro está muy bien procesada, como no está el puerro entero, se nota más el sabor del vino blanco.

En ese momento, se generó un silencio de ultratumba en la mesa. Todos nos quedamos mirándolo, confundidos y temerosos de que a nuestro compañero le haya agarrado otra de sus recaídas en el tratamiento contra el gourmetismo. Fueron 5 segundos de máxima tensión, hasta que el tipo dijo:

Es un plato de puta madre che! Pasen la panera que voy a ponchar todo el jugo.

¡Ffffffuuuuuaaaaaaa! ¡Qué alivio!

DE UN INTERMEZZO ANECDÓTICO Y UN PETISO GIGANTE.

Siendo las 23:30 se habían retirado unos cuantos comensales y Ramón ya no andaba tan a las corridas. Por eso se arrimó a la mesa para contarnos más historias del lugar y de sus compañeros.

Y así fue como apareció Manolo en nuestro relato.

La mirada y el tono de voz del gran Ramón cambió totalmente cuando empezó a recordar a su ex-compañero y con quien compartió tantos años. Fanático de San Lorenzo, cuando jugaba el ciclón te miraba el televisor de reojo mientras servía los platos. El gallego medía 1 metro y 40 centímetros, según cálculos de Ramón. Vestía generalmente con un blazer y siempre iba acompañado de un maletín.

Era tan petiso que entraba parado a los taxis. – se descostilla Ramón.

Además de un personaje entrañable para todos los comensales y amigos de la casa. Se hizo muy famoso por aparecer en una publicidad de Quilmes. Miren qué flor de actor.

También hubo tiempo para recordar a otro personaje. El dueño de este bodegón. Estamos hablando de «El Viejo», como le dicen en el local. El viejo se llama Gerardo Noya y es un prócer de la gastronomía argentina. Es el creador de todos los platos que se sirven en O’toxo y según Ramón:

Es el mejor cocinero que vi en mi vida.

Hizo una paella para 2500 personas, participó de Cocineros Argentinos haciendo unas tortillas preciosas y a lo largo de los años, dejó instalada una filosofía en su local y sus empleados. Acá van 4 frases que todos los que laburaron con él tienen grabadas a fuego:

  1. Acá yo no soy el dueño, soy tu compañero.
  2. Saquemos todos los platos que después los lavamos juntos (a los ayudantes de cocina).
  3. Coman lo que ustedes tengan ganas de comer, que la carta es grande (a los mozos).
  4. Cambiale los vasos a la gente, que el lavacopas tiene que vivir también.

Casi todos los sábados, El Viejo organizaba una reunión para los empleados, familiares y amigos. Actualmente se sigue realizando, pero el último jueves de cada mes. En estas juntadas, se desempolva la gaita, se come, se chupa, se charla y se lee el «Conjuro de la Queimada» con el objetivo de invitar a los espíritus de los amigos a sentarse en la mesa. Una tradición maravillosa.

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Ramón y Manolo

POSTRES

Estábamos como locos escuchando las historias del lugar, pero no daba para aflojarle al diente. Así que pedimos unos cuantos postres para ver cómo eran.

LECHE FRITA: nunca la habíamos probado y nos enteramos de que es un plato que surge 100% por necesidad de los inmigrantes. Es harina, leche, huevo y azúcar. Así de simple. ¡Hay que pedirlo! Es un flor de postre. Riquísimo, económico y sorprendente. Bien por JP que lo detectó en un pizarrón.

NATILLA: una linda copa, con un montón de huevo y por supuesto… canela a morir.

PANQUEQUES: llegó la dupla panquequera, bien calientes, quemaditos, con mucho dulce de leche y tapados de azúcar.

Como verán… una vez que nos empiezan a contar historias, nos damos cuenta que la comida es simplemente una excusa para pasar el momento y nos olvidamos de tomar tantas notas sobre tamaños, sabores y porciones. Es lindo cuando nos pasa eso. Es muy lindo.

CONCLUSIÓN

O’toxo es un bodegón para volver una y mil veces. Faltaba un mozo y la atención estuvo 10 puntos. Ramón es un crá, ¡y punto! Si andás antojado de mariscos, tenés que darte una vuelta urgente.

Nosotros, los primeros días de Agosto, vamos a volver. Ya hablamos con «el viejo» para pedirle (o mejor dicho, rogarle) que nos haga el honor de comer su famoso puchero, sentarnos a su mesa y seguir riéndonos con sus anécdotas. Calladitos, atentos.

Esperamos que disfruten de esta reseña, tanto como disfrutamos nosotros esta noche de Junio. No vemos la hora de poder extenderla con nuestra próxima visita. Más platos, más amigos, más honestidad y más bodegón.

Porque en O’toxo, todo es abundante.

¡Salud!

PD: abajo de la próxima foto, tenés 2 extra extra.

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EXTRA EXTRA 1: CONJURO DE LA QUEIMADA

Búhos, lechuzas, sapos y brujas.
Demonios, duendes y diablos, espíritus de los campos en nieblas.
Cuervos, pintigas y brujas, hechizos de las curanderas.
Podridas cañas agujereadas, hogar de gusanos y alimañas,
fuego de las Santas Compañas, mal de ojo, negros hechiceros,
olor pestilente de los muertos, truenos y rayos.
Aullido de perro, pregón de la muerte, hocico del sátiro y pie del conejo.
Pecadora lengua de la mala mujer casada con hombre viejo.
Averno de Satán y Belcebú, fuego de los cadáveres ardientes, cuerpos mutilados de los indecentes,
pedos de los infernales culos, mugido de la mar embravecida.
Barriga inutil de la mujer soltera, maullido de los gatos que andan tras las gatas en celo,
placenta puerca de la cabra mal parida.
Con este cazo levantaré las llamas de este fuego que asemeja a las del Infierno,
y huirán las brujas a caballo de sus escobas, yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.
¡Oíd, oíd!
Los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse
en el aguardiente quedando así purificadas.
Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas, quedaremos libres
de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento.
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder que la gente terrena, aquí y ahora,
haced que los espíritus de los amigos que están fuera,
participen con nosotros de esta Queimada.

EXTRA EXTRA 2: UN DATAZO

Este bodegón le debe su nombre al arbusto más característico de los montes gallegos: el toxo (tojo en castellano). La OIPA* nos informa que una sola planta larga más de 2o.ooo semillas y que pueden estar 70 años sin germinar, esperando el momento ideal para hacerlo. ¡Qué paciencia hermano!

* O.I.P.A.: Oficina de Información al Pedo del Antigourmet.