EL BOLICHE DE NICO

Avda. de los Incas 4283, Villa Ortuzar

Se pudrió todo con la OLISSS. Hace un par de semanas, pusimos como consigna en la radio que nos recomienden un lugar nuevo y que íbamos a visitar al lugar más votado.

Así fue como salió elegido «El Boliche de Nico», una parrilla que tuvo un montón de aprobaciones, comenzando por el aval de David Flores, director general de la OLISSS.

A esta altura te podrías estar preguntando…

¿Qué carajo es la OLISSS?

Bueno, la OLISSS es la Oficina de Lugares para Ir Si o Si Señores del Antigourmet. Es la encargada de fichar un bodegón, hacer las averiguaciones pertinentes para ver si entra en el criterio antigourmetero y posteriormente, limarnos la cabeza para que vayamos.

La cosa es que si no le hacemos caso, se pudre todo. Es una especie de sindicato. A los diez días de ignorar su solicitud de visita se ponen en marcha una serie de engranajes técnicos/legales para apurar las tratativas.

Esta vez nos atrasamos como 21 días (siempre poniendo como excusa que Matías fue papá, que Facundo está cocinando birra o que el Dr. Pait anda con mucho laburo). Pero agotamos la paciencia y se generó un quilombazo.

El ultimatum llegó el martes: «Si no van el miércoles tiramos el sitio web abajo y le compramos libros a Pietro.»

Así fue como Román tomó las riendas del asunto y el miércoles a la noche una numerosa comitiva antigourmetera se dio cita en Villa Ortuzar para ver qué onda con la parrillita.

¡Y NOS QUEDAMOS ENAMORADOS!

El Boliche de Nico tiene todo lo que nos gusta. Un ambiente hermoso lleno de familias, amigos y parejas de todas las edades. Un salón simple y lugar para comer afuera enlonado y con calefa. Muy buena mercadería, especialmente la carne que siempre es complicada encontrar en capital. Buenos precios y tamaños.

Pero un puntazo para destacar, es el batallón de mozas. Todas chicas jóvenes, muy copadas, que recomiendan y explican con paciencia los platos simples y combinados.

A nosotros nos tocó Sol y la atención fue espectacular.

Fuimos 7 comensales y le dimos con todo. A saber…

Empanadas (que están arriba del mostrador y las van haciendo a medida que te sentás), provoletas, choris, morci, bife, asado, algo de cerdo, achuras por todos lados, flan, budín de pan, zapallo en almibar (el único punto para mejorar) con queso y café para todos.

Dejamos las fotos como evidencia, porque con eso alcanza y sobra para ver la panzada que nos dimos.

Como dijimos, cuesta encontrar buenas parrillas en Capital. Siendo del interior estamos acostumbrados a carne tan rica que a veces te pegás unas clavadas mortales con algunos lugares.

El Boliche de Nico terminó la noche siendo aprobado unánimemente por todo el equipo y como un par viven cerca, seguramente ampliaremos la reseña en breve.

Está siempre lleno al mediodía y a la noche, así que hay que ir con paciencia o con reserva.

Gran lugar Antigourmet.

Gracias a todos los que recomendaron esta esquina.

Y gracias a la OLISSS por taladrarnos el cerebro.

Salud!