Es uno de los lugares más recomendados por la comunidad Antigourmetera que se enteró de que estamos en España. Nos cayeron una bandada de mensajes sobre el Malacatín. Pero la verdad, es que llegamos de culo.

Acá todo empezó a tomar otra forma, porque una vez que entramos a este monumento al morfi y nos acomodamos en la barra, ya se intuía en el ambiente que ningún integrante del equipo se quería ir del lugar.

Toda la gente está comiendo con un babero puesto, así que al mejor estilo deductivo de Sherlock Holmes, nos dimos cuenta que el pantalón de Facu no iba a durar mucho tiempo limpio.

El lugar es genial. Invita a sentarte un largo rato y disfrutar de una muy buena comilona con amigos en la barra, o con la familia en el salón comedor del fondo.

Miguel, nuestro mozo, nos explicó que si te pedís el menú de 20 euros (que solo incluye el cocido) y terminás de comer todo el plato, te regalan la comida. O sea… todos miramos a Facu, porque es el único capaz de resolver semejante quilombo. El tipo se tenía fe, pero le pareció muchísima responsabilidad y dijo que lo tenía que intentar con el estómago vacío. Ta bien, se la dejamos pasar.

El tipo es nacido en Villa Cañas, un pueblo cerca de Madrid, que es muy conocido por los silos. Unas construcciones subterráneas donde vivían todos los habitantes del lugar hasta hace relativamente poco. De hecho, Miguel nació en un silo.

La estructura de toda la casa es la misma tierra, hay chimeneas para cocinar y umbrelas para las entradas de luz. Nos dieron ganas de investigarlo un poco más, parece algo muy copado de conocer.

Pero… mientras charloteábamos de lo lindo, Miguel nos convidó unas tostas atún y otras de cangrejo. Estaban de re chupete, pero lo mejor fue cuando una mesa de 12 personas decidieron irse y dejaron una fuente llena de estas tostas… Chau! Las liquidamos a todas, ayudando a la gente del lugar a limpiar una mesa para los próximos comensales.

Mientras tanto, ya habíamos marchado dos raciones: una de Ropa Vieja y otra con la comida más maravillosamente maravillosa de la humanidad…. EL COCIDO. Y para colmo, el Malacatín tiene el premio al Mejor Cocido Madrileño 2016. Una cosa de locos!

Llegó un platito con un caldo caliente, bastante espeso y con una especie de puchero. El mejor COCIDO que probamos hasta ahora es de acá. Se zarpan los tipos en la relación precio/calidad, y el sabor del chori/morci auxiliar nos quemó el cerebelo.

Liquidamos hasta el último garbanzo, dimos las gracias 40 veces a Miguel, pagamos y nos fuimos felices.