Gran lugar para comer de dorapa.

Es un local con una barra con forma de herradura. Y en la barra, bajo un vidrio que las protege, tenés todas las sartenes hermosas, llenas a rebalsar, con lo que podés pedir.

Son todos guisados preparados. Cuando pedís una ración, le pegan una calentadita rápida y te los traen.

Había anchoas, mejillones, conejo, rato, ternera, callos, albóndigas, codornices, caracoles, gambas al ajillo y una pila de cosas más.

Nosotros pedimos una Cazuela de Chipirones con Tinta de Calamar, que cuando los ves llegar parece que te vas a comer una cucharada de petróleo.

Y unos pimientos del piquillo, con un relleno de bacalao y bellamel muy rico.

Gran recomendación. Nos encantó.