Fuimos hasta San Fernando para conocer uno de los bodegones más icónicos de zona norte: Gran Sport.

Nos debíamos esta visita hace mucho.
¡Qué alegría hacerla realidad!

En la puerta, gente esperando para entrar.
Presagio de buen morfi.
Por suerte nosotros habíamos reservado.

Nos recibió Ariel, de esos tipos que desde lejos sabés que tiene pasta de mozo. Un crack.

– Bienvenidos al Gran Sport, el clásico de San Fernando, y mientras decía esto, dejó… LA PANERA.

Viene con pan blanco, masa de pizza con cebolla, ¡libritos! y otra masa panaderil que vaya a saber uno el nombre, pero estaba riquísima. Mantequitas. Cuchillito y a darle con todo.

De las mejores paneras que nos tocó testear en 9 años.

Ariel nos dijo que unas de las especialidades era la pizza, así que marchamos una especial y una con huevofrito, porque el logo siempre tiene que estar presente.

Cuando afinamos la vista encontramos, detrás de la barra, un reloj de Café El Bohio detenido a las 3 y 21 desde vaya uno a saber cuando. Otro reloj parado las 8 y 11. ¡Otro reloj detenido! En clara señal que en Gran Sport el paso del tiempo les importa muy poco o hay escasez de pilas en zona norte.

Llegaron los principales.

Milanesa Gran Sport para dos.
Viene con arvejas, morrón, aros de cebolla, jamón y papas españolas.

Tres pastas.
Así se llama esta fuente, que viene con sorrentinos, tallarines y ravioles, cada uno con su salsa.

Vimos pasar un plato y preguntamos:

¿Qué es esa locura?

Una canasta de pollo, nos respondieron.

El «pesebre» está hecho con papas pay y tiene pollo, jamón, crema y verdeo.

Estábamos pipones y pedimos una tarantela y un flan, justito para ver esta escena.

UN SUSTO HERMOSO

– Fondos insuficientes – le dijo el mozo a un pibe que estaba en una primera cita.
– No puede ser si yo…
– Naaaa, era una joda!
– Casi me hacés morir loco! – le dijo el pibe y su cita se descomponía de risa.

Pequeños detalles para llevarte de un bodegón algo más que una rica cena. Una visita distinta. Una historia para contar.

Al igual que nosotros. Porque después de esta velada, si andamos por San Fernando, seguro nos pegamos una vuelta por Gran Sport.

Gracias a Ariel y equipo por recibirnos.
Volveremos.

Salud!