Ubicada en una de las esquinas más conocida del Abasto, esta cantina sorprende por la relación precio/calidad/cantidad. Un Anti-Gourmet que idolatre el ajo no puede dejar de ir.
Hay un famoso dicho que nos propone realizar tres actos durante nuestra vida: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. El tipo evidentemente nunca comió en Mamma Silvia.
La genial Cantina de Arnoldo cerró sus puertas, pero sus mozos lograron reinventarse y ahora llenan de olor a fritanga el barrio de Palermo. Si te considerás un anti-gourmet, comer acá es como ir al spa.
Como su nombre lo indica, en este lugar se especializan en comidas escandinavas. Hablando en serio, la mamma Rosa es una bestia italiana de la cocina. Lee la nota para conocer todas sus cualidades.